SINTOISMO
Sintoísmo (del japonés
Shinto (神道, shintō?), a veces llamado shintoísmo, es el nombre de
una religión nativa en Japón. Incluye la adoración de
los kami o espíritus de la naturaleza. Algunos kami son locales y
son conocidos como espíritus o genios de un lugar en particular, pero
otros representan objetos naturales mayores y procesos, por ejemplo, Amaterasu,
la diosa del Sol.
Actualmente el Sintoísmo constituye la segunda religión
con mayor número de fieles de Japón, sólo superada ligeramente
por el Budismo japonés. El número de practicantes varía
desde los 108 millones (84% de la población en 2003) que tienen prácticas
y/o influencias sintoistas hasta los 4 millones (3,3%) que lo practican regularmente
y se identifican con la forma oficial del Shinto.
El término Shinto se refiere a las actividades desarrolladas
por los japoneses para venerar a todas las deidades del cielo y la tierra;
su origen se remonta a los comienzos del Japón. Es considerada la
religión originaria de Japón, un culto popular que puede describirse
como una forma sofisticada de animismo naturalista con veneración
a los antepasados, profundamente identificada con la cultura japonesa.
En un principio, esta religión étnica, indígena
no tenía nombre; hasta la introducción del budismo en Japón
(durante el siglo VI) desde Corea. Una de las denominaciones que recibió
el budismo fue Butsudo, que significa "la Vía del Buda". A fin de
poder diferenciar el budismo de la religión nativa, ésta pronto
llegó a ser conocida por el nombre de shinto. Este nombre, Shin-to,
procede de una antigua palabra china que significa El camino de los Dioses.
Los japoneses escogieron utilizar un nombre chino para su religión
porque en ese tiempo (hace más de un milenio), el chino era la única
lengua que tenía escritura en Japón, ya que no se había
desarrollado aún la escritura de su propio idioma. La frase que significa
Shinto en japonés es Kami no michi.
Las religiones originarias de varios países asiáticos
conservan patrones similares, como en China, Japón y Corea con respecto
a los elementos de culto a los antepasados. Esto se debe a que sus conceptos
parten de que el alma o esencia también permanece ligada al cuerpo
después de la muerte o puede permanecer cerca de él, y tal
vez pueda volver como demonio o fantasma para hacer daño a los humanos
si no se le presentan ofrendas y una cierta veneración.
Estos conceptos se ligan íntimamente con el tipo de vida
originada a través del trabajo agricultor del pueblo ya que Japón
fue explotado por colonos vinculados que vivieron en dependencia de las fuerzas
de la naturaleza y ciclos de las estaciones, sobre los cuales se consideraba
que se podía influir de modo beneficioso dominándolos mediante
la magia y el rito.
Los humanos, deseosos de alcanzar la posesión de la fuerza
mágica causante de rendimientos productivos con la naturaleza, idearon
una serie de prácticas que se realizan por medio de chamanes y posteriormente
mediante los emperadores.
El sintoísmo afirma la existencia de divinidades o seres
espirituales (kami) que pueden encontrarse en la naturaleza o en niveles
superiores de existencia. Este término, que constituye el concepto
central del culto, llegó a aplicarse a cualquier fuerza sobrenatural
o dios, como los dioses de la naturaleza, hombres sobresalientes, antepasados
deificados o hasta "deidades que representan ciertos ideales o simbolizan
un poder abstracto" (The Encyclopedia of Religion). Aunque el término
Yaoyorozu-nokami significa literalmente "ocho millones de dioses", se utiliza
para referirse a "muchos dioses", pues la cantidad de deidades de la religión
sintoísta aumenta constantemente. Los japoneses, como hijos de los
espírtitus o kami, tienen ante todo una naturaleza divina. Por consiguiente,
de lo que se trata es de vivir en armonía con los kami (jp: (神)),
y así uno podrá disfrutar de su protección y aprobación.
Es importante también señalar la existencia de fantasmas japoneses
y otros seres mitológicos en su panteón, denominados Tenghu
o Tengu.
Existen pocos textos sagrados, algunos de ellos están
siendo traducidos al inglés (Kojiki - Nihongi) El Sintoísmo
no posee una deidad única ni predominante, ni reglas establecidas
para la oración, aunque sí cuenta con narraciones míticas
que explican el origen del mundo y de la humanidad, templos y festivales
religiosos a los que acuden millares de personas en fechas señaladas.
Aunque el sintoísmo no se basa en dogmas o en una teología
compleja, a los japoneses les ha dado un código de valores prácticos,
ha moldeado sus comportamientos y determinado su forma de pensar. Existen
templos donde se puede adorar a las diferentes deidades cuando se siente
la necesidad de hacerlo.
El sintoísmo fue utilizado como ideología legitimizante
durante la fase militar de la historia japonesa reciente, es decir como base
de la divinidad y superioridad del pueblo japonés; y fue considerado
la religión del Estado hasta 1945.