TRISAGIO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS



   Creo en Dios, espero en Dios, Amo a Dios sobre todas las cosas. Bendito, adorado y firmemente amado sea el Sacratísimo Corazón de Jesús ahora y siempre por infinitos siglos de los siglos. Amén.

ACTO DE CONSAGRACIÓN:

   Dulcísimo Jesús, Redentor del género humano; míranos humildemente postrados ante tu altar. Tuyos somos y tuyos queremos ser; y para, que podamos hoy unirnos más íntimamente contigo, cada uno de nosotros se consagra espontáneamente a tu Sagrado Corazón.

  Es verdad que muchos jamás te conocieron, que muchos te abandonaron después de haber despreciado tus mandamientos; ten misericordia de unos y otros, benignísimo Jesús, y atráelos a todos a tu Santísimo Corazón.

   Reina, Señor, no solamente sobre los fieles que jamás se apartaron de Ti, sino también sobre los hijos pródigos que te abandonaron, y haz que éstos prontamente regresen  a la casa paterna, para que no perezcan de hambre y de miseria.

   Reina sobre aquellos a quienes traen engañados las falsas doctrinas o se hallan divididos por la discordia, y vuélvelos al puerto de la bondad y a la unidad de la fe, para que en breve no haya sino un solo redil y un solo Pastor.

   Concede, Señor, a tu Iglesia, segura y completa libertad; otorga la paz a las naciones y haz que del uno al otro polo de la tierra resuene ésta sola voz: Alabado sea el Divino Corazón, por quien nos vino la salud: a Él sea la gloria y el honor por los siglos de los siglos. Amén.
   
HIMNO

Oculto en nuestros altares
Amante Redentor mío,
En tu corazón nos das
La prenda de tu cariño.

El desprecio que padeces
De tantos ingratos hijos
Hoy queremos reparar
Con afectos encendidos.

Al Dulcísimo al amable
Corazón Santo y Divino
Se rindan adoraciones
Por los siglos de los siglos. Amén.

Santísimo y amabilísimo Corazón de Jesús, llena los corazones de tus fieles de tus sagrados purísimos incendios.
Gloria al Santo, gloria al Amable, gloria al Divino Corazón de Jesús (Tres veces).
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Oración: Oh Corazón de Jesús, Dios y hombre verdadero, refugio de los pecadores y esperanza de los que en Ti confían. Tú nos dices amablemente: “Vengan a Mí todos los que tengan penas y angustias y Yo los aliviaré. Aprendan de Mí que soy manso y humilde de corazón y hallarán la paz para sus almas”.

  “Si quieren agradarme, confíen en Mí, si quieres agradarme más, confíen más; si quieren agradarme inmensamente, confíen inmensamente en Mí”. Animados con estas palabras acudimos a Ti con el corazón lleno de confianza, porque jamás se ha oído decir que alguno haya acudido a tu bondad y haya quedado frustrado en su esperanza. Por eso te suplicamos:

En las alegrías y las tristezas, en las prosperidades y adversidades…
Corazón de Jesús, en Ti confío.

En los negocios y trabajos; en los problemas de la familia…
Corazón de Jesús, en Ti confío.

En las tentaciones del demonio y en los ataques de las propias pasiones…
Corazón de Jesús, en Ti confío.

En las persecuciones de los enemigos y en los ataques y calumnias…
Corazón de Jesús, en Ti confío.

En las enfermedades y penas, en las dificultades y peligros…
Corazón de Jesús, en Ti confío.

En la vida y en la muerte; siempre y en toda ocasión…Corazón de Jesús, en Ti confío.

APRENDAN DE MÍ QUE SOY MANSO Y HUMILDE DE CORAZÓN.
 
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(Samuel Miranda)