URBANO VII
1590 d.C.
La elección
de Juan Bautista Castagna, Cardenal de San Marcelo, se hizo bajo la presión
directa del rey de España, que comunicó al Sacro Colegio una
lista de cinco cardenales "papales" en la que figuraba el nombre del futuro
Papa Urbano VII, que reinó pocos días. La llamada "profecía
de San Malaquías" empezaba a circular en aquella época.
Consistía en una serie de once sentencias sobre los pontificados,
que empezaban con Celestino II y terminaban con el fin del mundo. Malaquías
fue un Santo irlandés, y falleció en 1148. San Bernardo, que
fue su amigo, escribió su biografía, pero no hizo ninguna alusión
a sus "profecías", que empezaron a gozar de la fama a fines del siglo
XVI.
En 1595, Arnold Wion, de la Orden de los Benedictinos, publicó
la vida de San Malaquías en su Lignum Vitae, recolección de
leyendas acerca de los Santos que habían pertenecido a la Orden. Pero
la leyenda es apócrifa y anónima, y ni si quiera se sabe por
qué las profecías fueron atribuidas al Santo irlandés.