VENERABLE WILHELM JANAUSCHEK
1926 d.C.
30 de junio



   Nació en el seno de una familia vienesa de dieciséis hijos, oriunda de Moravia, y que dio a la Iglesia tres sacerdotes religiosos y dos religiosas. Por tanto, cuando el 18 de octubre de 1859 nació Wilhelm, éste se halló inmerso enseguida en aquel clima de auténtica piedad que favorece el florecimiento de la vocación religiosa.

   Se pensó entonces que fue su director espiritual, un Redentorista, quien lo orientó hacia el Instituto al que él pertenecía. Fue algo natural, por tanto, que a sus 17 años, terminados los estudios primarios y humanísticos, el hoy Venerable entrara en el noviciado de Eggensburg de donde pasó al Estudiantado de Mautern donde el 28 de abril de 1878 emitió sus votos religiosos. Allí mismo fue ordenado a sacerdote el 28 de agosto de 1882.

   Desde entonces, y por espacio de 44 años, ocupó siempre puestos de la máxima responsabilidad. Supo conjugar su piedad interior y una perfecta observancia regular con una variada y fecunda actividad pastoral.

   De 1882 a 1890 fue socio del Prefecto de Estudiantes; de 1890 a 1901 ocupó el cargo de Maestro de novicios; de 1901 a 1907 fue Superior provincial y, de 1907 a 1924, desempeñó el puesto de Rector en diversas casas de su Provincia.

  A los anteriores cargos de responsabilidad se sumaron otros de gran prestigio como el de ser Visitador extraordinario para las Provincias de Checoslovaquia y Polonia (1911) y para las casas de Alemania norte (1917). Todo esto lo llevó a cabo sin descuidar jamás las misiones populares, incluso fuera de las fronteras de su patria, como cuando estuvo entre los colonos alemanes en Ucrania y a orillas del Mar Negro. Tampoco descuidó la predicación de ejercicios espirituales a religiosas ni la labor del confesionario y de la dirección espiritual.

   En todas sus variadas actividades supo ser atento y equilibrado. Sabía transmitir una visión de las cosas impregnada de fe y de la más profunda humildad; supo ser a un tiempo exigente y comprensivo, siempre solícito por el bien del prójimo.

   El 8 de abril de 1925 fue hospitalizado, pero debido a que los médicos no supieron dar con su enfermedad, él continuó predicando e incluso dando siete tandas de ejercicios espirituales de ocho días cada una hasta que, finalmente, cayó en la brecha, víctima de su celo. El l8 octubre fue internado nuevamente en el hospital donde pasó nueve meses de lenta y dolorosa agonía, soportada con tanta paciencia y abandono a la voluntad de Dios, que dejó estupefactos a cuantos lo vieron.

   Murió el 30 de junio de 1926. Fue enterrado en el cementerio central de Viena, pero el 15 de abril de 1934 su cuerpo fue trasladado a la iglesia de Sta. Maria Am Gestade, también en Viena (donde también se venera el cuerpo de San Clemente M. Hofbauer). Enseguida se convirtió su tumba en centro de continuas peregrinaciones. Son numerosas las gracias que se atribuyen a su poderosa intercesión ante Dios.

Página Principal
(Samuel Miranda)