Siglo III d.C.
4 de diciembre
El suplicio de Santa Bárbara,
virgen y mártir, en Nicomedia, la cual en la persecución de
Maximiano, después de haber padecido una larga y penosa cárcel,
fue quemada con antorchas, le cortaron los pechos, y con otros tormentos
llegó a la corona del martirio siendo degollada.
Santa Bárbara mártir, nació en Hielópolis, hija de un potentado llamado Diócoro quien, para defender su belleza, la encerró en una torre que sólo tenía dos ventanas, por ella escapó. Más tarde se hizo cristiana y se bautizó. Al regresar su padre, irritado por el desprecio que hizo a los dioses paganos, la buscó e intentó matarla. Ella pudo huir y al fin fue decapitada. Tras muchos suplicios la mandaron decapitar, pero en el momento de su muerte un rayo mató a su padre, que era el delator. De aquí que se invoque a Santa Bárbara cuando caen rayos y en todas las tormentas: "Santa Bárbara doncella, sálvame del rayo malairado, librame de la centella, y que mi pedimiento por Dios sea logrado".
Santa Bárbara mártir, nació en Hielópolis, hija de un potentado llamado Diócoro quien, para defender su belleza, la encerró en una torre que sólo tenía dos ventanas, por ella escapó. Más tarde se hizo cristiana y se bautizó. Al regresar su padre, irritado por el desprecio que hizo a los dioses paganos, la buscó e intentó matarla. Ella pudo huir y al fin fue decapitada. Tras muchos suplicios la mandaron decapitar, pero en el momento de su muerte un rayo mató a su padre, que era el delator. De aquí que se invoque a Santa Bárbara cuando caen rayos y en todas las tormentas: "Santa Bárbara doncella, sálvame del rayo malairado, librame de la centella, y que mi pedimiento por Dios sea logrado".