BEATO SEBASTIÁN DE APARICIO
1600 d.C.
25 de febrero



   Ingeniero y constructor de obras públicas. Nació en Gudina, diócesis de Orense; fue criado de un gran señor de Salamanca, se embarcó para Nueva España, y después de haber pasado algún tiempo en Puebla de los Ángeles, se estableció en Méjico. No tardó en dar muestra de una gran habilidad en el arte de la construcción, dirigiendo sobre todo la vía pública que lleva de Méjico a Zacatecas. Se hizo terciario de San Francisco, sin abandonar por eso sus trabajos, que prosiguió hasta su muerte; 1600. Sebastián de Aparicio nace en la Gudiña, diócesis de Orense, el 20 de Enero de 1502. Pasó sus años de juventud por Castilla y Andalucía, guardando ovejas y cultivando campos, como criado y jornalero.

   Después emigró a Nueva España, dirigiéndose primero a Puebla de los Ángeles y después a Méjico. Con admirable caridad, se dedicó a socorrer viudas y huérfanos y a hacer otras obras de misericordia con lo que obtenía de su trabajo. Al enviudar a los setenta años, entró en la Orden de Frailes Menores, como lego. Brilló por su sencillez, mansedumbre, fortaleza y otras virtudes. Casi centenario, adormeció en el Señor en Puebla de los Ángeles, el 25 de febrero de 1600.

Oraciones al Beato Sebastián de Aparicio

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(Samuel Miranda)