LUCIO III
1181-1185 d.C.



   El pontificado del antiguo obispo de Ostia, Ubaldo Alucingruli, fue agitado por un nuevo conflicto con Federico, a propósito de la herencia de la condesa Matilde de Toscana. Obligado por la incertidumbre que reinaba en Roma a trasladarse a Verona, Lucio III instituyó la Inquisición episcopal (1184), que entregaba a los herejes al brazo secular, es decir, al poder civil, que procedía a su condena.

   El decreto pontificio imponía no sólo la condena del acusado de herejía, sino también la investigación de su caso (inquisitio), que fue confiada a los obispos. Hay otros tipos de inquisición, creadas posteriormente: la inquisición organizada por Inocencio III en 1198 y confiada a los cistercienses; la inquisición monacal, instituida por Gregorio IX en 1233 y confiada a los dominicos; la inquicisión papal, establecida por Pablo III en 1542, y la inquisición española, que fue un istrumento de la unificación nacional y a veces del absolutismo monárquico, necesario en un momento en que el país se formaba sobre las ruinas institucionales y religiosas del islamismo y también del mosaísmo.

   La pureza de la fe y la buena marcha del joven reino español pudieron ser garantizadas al principio por la Inquisición, cuyos innegables abusos fueron a menudo exagerados por los creadores de la leyenda negra.

   Bajo Lucio III se realizó el matrimonio entre Enrique, hijo de Barbarroja, y Constanza de Sicilia, hija de Roger II, sobre el que se levantará el futuro Imperio que el unificará Alemania y el reino de Sicilia.



Documentos papales:

Bula Ad Abolendam. 1181

Página Principal
(Samuel Miranda)