MICHELANGELO CARAVAGGIO
Michelangelo Merisi da Caravaggio (Milán,
29 de septiembre de 1571 – Porto Ércole, 18 de julio de 1610) fue
un pintor italiano activo en Roma, Nápoles, Malta y Sicilia entre los
años de 1593 y 1610. Es considerado como el primer gran exponente de
la pintura del Barroco.
Salvo en sus principios, Caravaggio produjo mayoritariamente
pinturas religiosas. Sin embargo, a menudo escandalizaba y sus lienzos eran
rechazados por sus clientes. Dos de los reproches habituales eran el realismo
de sus figuras religiosas rozando el naturalismo temprano, así como
la elección de sus modelos entre la gente de más baja condición.
En lugar de buscar bellas figuras etéreas para representar los actos
y personajes de la Biblia, Caravaggio prefería escoger a sus modelos
de entre el pueblo: prostitutas, chicos de la calle o mendigos posaron a
menudo para los personajes de sus cuadros. Para La Flagelación, compuso
una coreografía de cuerpos en claroscuro con un Cristo en movimiento
de total abandono y de una belleza carismática. Para el San Juan Bautista
con el carnero, muestra a un jovenzuelo de mirada provocativa y en posición
lasciva –se decía que el modelo era uno de sus amantes. La posición
de la Iglesia al respecto da testimonio de cierta esquizofrenia: por una
parte, este tipo de vulgarización de la religión le interesa
mucho en una época en la que la contrarreforma se extiende por la Italia
católica, con el fin de mostrarse bajo una apariencia humana en contraste
con la austeridad pregonada por el protestantismo: por otra parte, la representación
de los santos bajo rasgos vulgares de golfos salidos de los bajos fondos
fue juzgado incompatible con los valores de pureza y de santidad quasiaristocráticos
que transmitía la Iglesia de aquella época.
Este sentimiento se reforzó por la elección
de Caravaggio de preocuparse enormemente por el realismo en la ejecución
de sus figuras: rechazaba corregir las imperfecciones de sus modelos para
representarlos más «bellos» o de un modo más acorde
a las visiones que la Iglesia tiene de sus santos. Por ejemplo, la primera
versión de su San Mateo y el ángel fue rechazada no sólo
por la sensualidad del ángel, que fue juzgada como trivial, sino también
por la suciedad de los pies del santo, minuciosamente reproducida del modelo.
La pintura de Caravaggio que causaría el mayor escándalo a
los ojos de la Iglesia fue La muerte de la Virgen, por la representación
tan realista del cuerpo de la Virgen María con el vientre hinchado
-acompañado de sulfurosos rumores según los cuales el modelo
habría sido el cadáver de una prostituta encinta ahogada en
el Tíber. Así, la consideración de la Iglesia católica
hacia Caravaggio y sus cuadros oscilará de un extremo a otro de su
carrera entre el acogimiento entusiasta y el rechazo absoluto. El pintor
encontrará en ella sus mayores protectores –como el cardenal Del Monte-
así como a sus más grandes enemigos.
En 1606 asesinó a un hombre durante una reyerta, por
lo que huyó de Roma pues las autoridades habían puesto precio
a su cabeza. En 1608 se vio nuevamente envuelto en otra riña, lo que
se repitió más tarde en Nápoles hacia 1609, ocasionado
posiblemente por un atentado en su contra, realizado por sus enemigos. Tras
estos incidentes, su carrera fue decayendo, lo que le ocasionó una
depresión que degeneró en su muerte dos años más
tarde. La contrarreforma motivó la necesidad de crear más iglesias
para difundir la doctrina, por lo que las pinturas fueron imprescindibles
para su decoración.
La Contrarreforma necesitaba buscar un nuevo arte que expresase
de mejor forma la doctrina católica en contraposición al protestantismo.
Tomando como base las reglas del manierismo, Caravaggio creó una nueva
forma de naturalismo, en la que combinó figuras cerradas con la observación
física, dramática y teatral de los objetos, a lo que sumó
el aprovechamiento del claroscuro, es decir, el uso de luces y sombras.6
En su tiempo Caravaggio fue famoso, apreciado, reconocido y además
ejerció gran influencia sobre sus contemporáneos. Sin embargo,
en siglos posteriores su fama fue eclipsada por otros pintores de su época
como Poussin, Rubens o Rembrandt, si bien todos ellos acusaron su influencia
en mayor o menor medida. Sin embargo, no sería hasta el siglo XX cuando
su figura recobrara importancia al estudiarse nuevamente el arte barroco
italiano. Desde el estudio del barroco, se pudo apreciar nuevamente al manierismo,
y con él a Caravaggio. Andre Berne-Joffroy, secretario de Paul Valéry,
dijo acerca del artista italiano: «Caravaggio comenzó con su
arte algo simple, la pintura moderna».